El candidato presidencial costarricense Fabricio Alvarado, un predicador evangélico, comenzó a distanciarse de su propuesta de retirar al país de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) en represalia por su opinión a favor del matrimonio homosexual.
El aspirante religioso dejó de defender la postura que lo ayudó a convertirse en el candidato más votado en la primera ronda electoral, mientras busca apoyo entre otras fuerzas políticas para el balotaje del 1 de abril.
Analistas consideran que su cambio paulatino de posición envía una señal contradictoria a sus votantes, aunque podría tener poco impacto entre los sectores que lo respaldaron en las elecciones del 4 de febrero.
El predicador y periodista de 43 años deberá disputar una segunda ronda electoral el 1 de abril frente al periodista y politólogo Carlos Alvarado, de 38 años, postulado por el gobernante Partido Acción Ciudadana (PAC, centroizquierda).
Tener que moderar posiciones, o incluso cambiarlas, nunca es buena señal para un político, menos en campaña y a la caza de votantes”
Jorge Vega
Analista político
Fabricio Alvarado surgió en las encuestas de intención de voto después de que el 10 de enero dijo que retiraría a Costa Rica de la CorteIDH, que un día antes había emitido una opinión consultiva a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Desde entonces se volvió un candidato viable, luego de languidecer con menos de 3% de apoyo en las encuestas en enero, hasta alcanzar 24,9% de los votos en la primera ronda.
Su rival Carlos Alvarado, favorable a la unión entre personas del mismo sexo, le siguió con 21,6%.
Postura cambiante
La posición del aspirante religioso comenzó a variar tras la elección, cuando salió a buscar respaldo de otros sectores políticos con miras la balotaje de abril.
El 14 de febrero anunció que haría un referendo para decidir si el país se retira de la CorteIDH.
Esta semana se hicieron evidentes las críticas a su iniciativa entre fuerzas políticas tradicionales, en las cuales buscó respaldo para su candidatura.
El pasado lunes, el exministro Rodolfo Méndez, del tradicional Partido Unidad Social Cristiana, anunció su adhesión a Carlos Alvarado en rechazo a la postura de su rival contra el tribunal interamericano.
Ese mismo día, Fabricio Alvarado se reunió con la expresidenta Laura Chinchilla (2010-2014), quien le dijo que salir de la corte interamericana o someter esa propuesta a referendo "no es aceptable".
Similar opinión escuchó este martes cuando se reunió con el dos veces presidente y Premio Nobel de la Paz Oscar Arias (1986-1990 y 2006-2010).
Hablando a periodistas junto a Arias, Alvarado aclaró que salir de la CorteIDH nunca había sido su "primera opción" para oponerse al matrimonio homosexual.
"Hemos estado analizando con gente especializada en el tema cuál es la ruta a seguir sin que eso necesariamente implique salirnos de la corte. Y con esto no me estoy desdiciendo, lo que estoy expresando es que nunca dijimos que esa sería la primera opción", declaró el candidato evangélico.
El miércoles se distanció aún más cuando aclaró que tal salida "podría ser la última vía".
El politólogo Gustavo Araya, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), consideró que "mostrar una opinión cambiante no es un buen mensaje" para sus votantes, muchos de ellos creyentes evangélicos.
"Fueron necesarias dos reuniones con expresidentes, demócratas conscientes del marco jurídico nacional e internacional, para darse cuenta de la inviabilidad de la oferta fundamental de su campaña. ¿Será posible que ahora se vea la inconveniencia de mezclar política y religión?", cuestionó Araya.